jueves, 15 de octubre de 2009
martes, 6 de octubre de 2009
EL SEMILLERO
En numerosas ocasiones, tendremos que utilizar semillas para comenzar el cultivo de nuestras hortalizas. Con ello conseguimos abaratar costes de producción asegurándonos en un alto porcentaje la calidad d lo que vamos a obtener.
Recomendamos por su versatilidad el uso de semilleros portátiles, que se pueden trasladar de un lugar a otro según la necesidad; se utilizan para siembras pequeñas y que permiten ser realizados economicamente en cajones, cajas, bolsas de polietileno etc... , siendo las bandejas de alveolos las mas recomendadas y en las que practicaremos en todos los soportes pequeñas perforaciones que permitan el drenaje.
Recomendamos por su versatilidad el uso de semilleros portátiles, que se pueden trasladar de un lugar a otro según la necesidad; se utilizan para siembras pequeñas y que permiten ser realizados economicamente en cajones, cajas, bolsas de polietileno etc... , siendo las bandejas de alveolos las mas recomendadas y en las que practicaremos en todos los soportes pequeñas perforaciones que permitan el drenaje.
Puede también utilizar el propio suelo como semillero, con los incovenientes de aumento de malas hierbas y animales que se alimentan de los brotes.
PASO 1º) Desmenuce o rompa los terrones utilizando una horquilla, un rastrillo o un cultivador manual enérgicamente (en suelo).
PASO 2º) Sin hundir la horquilla o el rastrillo a mas de 10 cms de profundidad, para no debe levantar el compost o estiercol soterrado en la cava anterior y nivele en lo posible el terreno (en suelo).
PASO 3º) Arar (en suelo) y esparcir una capa de fertilizante sobre el terreno, mezclando bien para evitar acumulaciones, pues en otro caso podria dañar las raices de las plántulas.
PASO 4º) Rastrille y con el apero, rellene hoyos y rompa los terrones que puedan quedar (en suelo).
PASO 5º) Recoja la piedras encontradas y escombros. Volviendo a rastrillar y nivelar (en suelo). El terreno debe quedar esponjoso y suelto para favorecer una buena germinación de las semillas.
PASO 6º) Observe las semillas a plantar y rechace la que tenga alteraciones de color.
PASO 7º) Humedezca ligerametne la tierra de forma que siga suelta e introducir (por lo general) entre dos o tres por hoyo, esparciendo tierra sobre ellas hasta taparlas y presionando levemente con la azada.
PASO 8º) Regar con cuidado, pulverizando mejor para mojar pero no levantar alguna semilla. Los riegos deben ser frecuentes de poca cantidad pero manteniendo la humedad del substrato.
PASO 9º) Para el semillero de suelo, taparlo con una cubierta plástica transparente o similar manteniéndola a unos centímetros de altura sobre la tierra. Para los portátiles mantenerlos en lugar cálido, sin sol directo y sin corrientes de aire.
PASO 10º) Retirar la cubierta (en suelo) una vez germinen las semillas.
lunes, 5 de octubre de 2009
INTRODUCCION A LOS CULTIVOS DE INVIERNO
Verduras y hortalizas para todos los gustos
El invierno nos permite cultivar una variedad no despreciable de vegetales con los que llenar nuestras neveras. La mayoría de ellos los comenzaremos a plantar en otoño, por lo que será en estos meses de frío, cuando den sus mejores frutos.
El mes de enero nos traerá berzas, coliflores, repollos, acelgas y espinacas. Será cuestión de gusto lo que decidas llevar a tu huerta. En febrero podemos añadir brécol, berenjena, remolacha, coles de Bruselas... con los que elaborar sanos y suculentos platos de alto valor nutricional. Con la mejora de las temperaturas, ya en marzo, empezaremos a cultivar patatas tempranas, acelgas, tomates, cebolletas, zanahorias y lechugas para combinar en nuestras ensaladas.
El lugar que seleccionemos para crear nuestra propia huerta debe ser soleado, de esta forma nos aseguraremos los buenos resultados. Si nuestra región es propensa a las heladas, quizás debamos tapar nuestros cultivos con plásticos para que no se estropeen, una vez que los frutos hayan empezado a aflorar. Es conveniente que no estén expuestos a fuertes rachas de viento que dificulten su crecimiento.
Preparar el terreno para el cultivo
El huerto, aunque sea pequeño, requiere una serie de cuidados, incluso cuando no hay nada plantado. El invierno será la mejor época para prestárselos, ya que es el momento de menos productividad.
El huerto, aunque sea pequeño, requiere una serie de cuidados, incluso cuando no hay nada plantado. El invierno será la mejor época para prestárselos, ya que es el momento de menos productividad.
Estas labores consisten principalmente en preparar el terreno, hacer la siembra o plantación... Algo a tener en cuenta es la rotación de cultivos. No es bueno sembrar todos los años lo mismo y en el mismo lugar. Cada cultivo necesita unos nutrientes que coge del suelo. Si siempre plantamos lo mismo, las necesidades serán también las mismas y la tierra se agotará sin poder aportar ningún beneficio.
La rotación también nos permite eliminar algunos insectos perjudiciales. La mayoría de ellos tienen un ciclo vital de un año. Si antes de que trascurra este tiempo cambiamos el cultivo, éstos morirán y evitaremos el daño para nuestros productos.
En cultivos pequeños no suelen darse plagas, por lo que no será necesario emplear ningún producto químico que perjudique la calidad de nuestros alimentos. Si vemos que en nuestra región hay una determinada plaga en una cosecha, lo mejor será que ese año nos decantemos por otro cultivo, así evitaremos el problema a la vez que daremos un respiro a la tierra.
Cavando la tierra en invierno y haciendo rotaciones lograremos la protección suficiente, que completaremos con la eliminación manual de larvas o insectos que aparezcan ocasionalmente sobre nuestras hortalizas.
Si dispones de espacio suficiente, plantar frutales en tu jardín será una buena elección. Además de recompensarnos con deliciosas frutas, proporcionarán sombra que agradeceremos en los meses de más calor.
No todos los climas son aptos para todas las especies. Los cerezos, por ejemplo, no se desarrollarán bien en climas tropicales, ya que necesitan retener frío para un adecuado crecimiento. El suelo debe ser fértil, con buen drenaje, rico en materia orgánica y sin exceso de caliza. Deberemos tener presente si nuestras especies necesitan polinizadores. El melocotonero, por ejemplo, no los necesita, y puede plantarse en solitario. Los manzanos, perales y ciruelos deben emplazarse junto a uno o más cultivos que florezcan al mismo tiempo. De esta forma los insectos polinizan las flores para que haya frutos.
El invierno es la mejor época para plantarlos, retrasándolo hacia finales de la estación si las heladas son muy duras. Debemos procurar que el lugar donde los pongamos sea amplio y soleado.
Llevar una vida saludable será más fácil si te alimentas con los productos que tú mismo cultivas. Si te gusta la naturaleza, dispones de espacio y de tiempo para dedicarle, crear un huerto en tu jardín será una buena opción para darle a tu organismo alimentos ricos y sanos.
TIPOS DE TOMATE
Principales tipos de tomate comercializados
Tipo Beef. Plantas vigorosas hasta el 6º-7º ramillete, a partir del cual pierde bastante vigor coincidiendo con el engorde de los primeros ramilletes. Frutos de gran tamaño y poca consistencia. Producción precoz y agrupada. Cierre pistilar irregular. Mercados más importantes: mercado interior y mercado exterior (Estados Unidos).
Tipo Marmande. Plantas poco vigorosas que emiten de 4 a 6 ramilletes aprovechables. El fruto se caracteriza por su buen sabor y su forma acostillada, achatada y multilocular, que puede variar en función de la época de cultivo.
Tipo Vemone. Plantas finas y de hoja estrecha, de porte indeterminado y marco de plantación muy denso. Frutos de calibre G que presentan un elevado grado de acidez y azúcar, inducido por el agricultor al someterlo a estrés hídrico. Su recolección se realiza en verde pintón marcando bien los hombros. Son variedades con pocas resistencias a enfermedades que se cultivan con gran éxito en Cerdeña (Italia).
Tipo Moneymaker. Plantas de porte generalmente indeterminado. Frutos de calibres M y MM, lisos, redondos y con buena formación en ramillete.
Tipo Cocktail. Plantas muy finas de crecimiento indeterminado. Frutos de peso comprendido entre 30 y 50 gramos, redondos, generalmente con 2 lóculos, sensibles al rajado y usados principalmente como adorno de platos. También existen frutos aperados que presentan las características de un tomate de industria debido a su consistencia, contenido en sólidos solubles y acidez, aunque su consumo se realiza principalmente en fresco. Debe suprimirse la aplicación de fungicidas que manchen el fruto para impedir su depreciación comercial.
Tipo Cereza (Cherry). Plantas vigorosas de crecimiento indeterminado. Frutos de pequeño tamaño y de piel fina con tendencia al rajado, que se agrupan en ramilletes de 15 a más de 50 frutos. Sabor dulce y agradable. Existen cultivares que presentan frutos rojos y amarillos. El objetivo de este producto es tener una producción que complete el ciclo anual con cantidades homogéneas. En cualquier caso se persigue un tomate resistente a virosis y al rajado, ya que es muy sensible a los cambios bruscos de temperatura.
Tipo Larga Vida. Tipo mayoritariamente cultivado en la provincia de Almería. La introducción de los genes Nor y Rin es la responsable de su larga vida, confiriéndole mayor consistencia y gran conservación de los frutos de cara a su comercialización, en detrimento del sabor. Generalmente se buscan frutos de calibres G, M o MM de superficie lisa y coloración uniforme anaranjada o roja.
Tipo Liso. Variedades cultivadas para mercado interior e Italia comercializadas en pintón y de menor vigor que las de tipo Larga vida.
Tipo Ramillete. Cada vez más presente en los mercados, resulta difícil definir que tipo de tomate es ideal para ramillete, aunque generalmente se buscan las siguientes características: frutos de calibre M, de color rojo vivo, insertos en ramilletes en forma de raspa de pescado, etc.
TIPOS DE LECHUGA
En ocasiones, al leer los ingredientes para elaborar una receta nos encontramos con términos como lollo rosso, batavia, hoja de roble... u otras variedades de lechuga que no siempre sabemos identificar o diferenciar con exactitud. Y es que este producto de la huerta, del que podemos disfrutar todo el año, cuenta con una gama muy amplia de sabores y colores en función del tipo: desde la lechuga romana (la más conocida y utilizada en España) hasta las de hoja crujiente como las iceberg, las ‘arrepolladas’...
A continuación algunas de sus variedades
A continuación algunas de sus variedades
Romana | Iceberg | Trocadero | Hoja de Roble |
Lollo Rosso | Batavia | Butterhead | Cogollos |
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