La agricultura ecológica se mantiene estable frente a la crisis que afecta gravemente a otros sectores. Así lo han confirmado diversos empresarios en la inauguración de la decimocuarta edición de BioCórdoba, sin olvidar que existen retos a conseguir para que los precios que este tipo de productos alcanzan en el mercado no echen para atrás al consumidor a la hora de comprarlos.
En la actualidad, Andalucía representa el 54 por ciento de la agricultura ecológica del país cuando, por territorio, le correspondería el 18 por ciento. La superficie destinada en la provincia de Córdoba al cultivo ecológico es de 90.000 hectáreas siendo el olivar el primer cultivo, aunque la dehesa tiene grandes posibilidades. BioCórdoba 2010 se celebrará hasta el domingo en dos lugares: el Palacio de la Merced sede de la Diputación de Córdoba-, donde se llevarán a cabo encuentros empresariales y jornadas técnicas y la Sala Victoria, donde tendrá lugar el ecomercado, las degustaciones y el área informativa sobre la producción ecológica.
El presidente de la Asociación de Empresas de Productos Ecológicos de Andalucía, Juan Manuel Luque, ha explicado que el nivel de exportación de los productos ecológicos es mucho más alto que los que comercializan las empresas convencionales. Razón por la que las empresas que se dedican a la agricultura ecológica están aguantando bastante mejor la crisis.
Tanto es así que muchas sociedades que sólo vendían para exportación están mirando ya hacia el mercado nacional porque los crecimientos en éste es muy importante. Luque asegura que el consumidor nacional, a pesar del precio que siempre ha sido una barrera, ha comenzado a introducir algún producto ecológico, artesanal o con algún certificado de calidad en su dieta.
Hay una gran masa de población que está incrementando el consumode marca blanca a causa de la crisis pero también ésta aumentando el consumo de productos con denominación de origen y el de productos de certificación ecológica, añade el presidente de los empresarios ecológicos de Andalucía. Tanto es así que este movimiento se está produciendo más que en restauración en la alimentación de casa.
Las empresas españolas tenemos que hacer llegar el producto, bien sea por formato o por mejor precio pero siempre comparándolo con el equivalente convencional. Luque explica que un producto ecológico sólo se puede comparar con uno de denominación de origen, nunca con uno de marca blanca porque estamos jugando en divisiones distintas y, en esa comparativa, los productos ecológicos no son los más caros.