Navegando por internet hemos encontrado un relato de un asociado anónimo, el cual transcribimos literal
"Lo de llevar toda la vida en una gran ciudad, unido a que por circunstancias varias nunca tuve oportunidad de veranear en el pueblo como hacían la mayoría de mis compañeros del colegio, ha hecho que siempre me haya llamado mucho la atención esto de tener un huerto y poder plantar tus propias verduras, hortalizas, frutales o lo que se te ocurra, que eso de comer sano siempre viene bien. Nunca había tenido un sitio donde poder dedicarme a estos menesteres, hasta que me fui a vivir a la montaña como Heidi y pensé que en algún hueco de los casi 600 metros cuadrados de jardín, por fin tendría un sitio donde poder remangarme y ponerme a plantar patatas, lechugas y tomates... Pues no, porque con lo pijo que era mi ex, eso de tener un huerto en el chalet era poco menos que un sacrilegio; y eso que mi idea era colocarlo en un rincón de la parte trasera del jardín, donde casi ni se iba a ver... Pero nada, no hubo manera de convencerle porque decía que aquello era una ordinariez, así que, como diría mi hermana, "my goz in a poz".
Así se quedó la cosa, porque después me vine a vivir de nuevo a la ciudad y en mi casa de ahora sólo tengo sitio donde poder plantar alguna maceta pequeña y poco más. Hasta que un día mi hermana me dijo que había visto en la tele un reportaje en el que hablaban de que tanto el ayuntamiento de Madrid como los ayuntamientos de otras localidades de las afueras alquilaban parcelitas a gente que quisiera dedicarse a la horticultura pero no tuviera sitio donde plantar cosas. Y nos pusimos a investigar; pero vimos que la lista de espera en todos era bastante grande, así que lo dejamos un poco apartado hasta que más adelante, de nuevo mi hermana me dijo que había localizado otro sitio en el que poder alquilar una parcela. Además esta vez no había lista de espera ni nada.
...:: LA EMPRESA ::...
Huertos Ecológicos, S.A. surgió porque sus dueños tienen, en Alcorcón (al sur de los Madriles), un terreno para cultivo de aproximadamente unos 30.000 metros cuadrados. Como de un tiempo a esta parte se han ido poniendo de moda los huertos urbanos (aunque en realidad este terreno no lo es exactamente, ya que está en una zona en la que todavía queda bastante campo alrededor), se les ocurrió dividirlo en parcelas y alquilárselas a quienes estuvieran interesados en tener su propio huerto pero no tuvieran sitio donde dedicarse a ello.
Así fue cómo surgió esta idea, que además ha tenido bastante buena acogida. A través de su página web (si pones en Google "huertos ecológicos alcorcón" te aparecen en el primer lugar) estuvimos viendo el sitio exacto en el que están los huertos, y también averiguando un poco de qué iba la cosa, cuáles eran los requisitos para poder alquilar una parcela, las normas de uso, etc. Por último hablamos con ellos por teléfono para decirles que estábamos interesadas, y muy amablemente nos indicaron los días y el horario en el que podíamos pasar por allí para echar un vistazo al terreno y formalizar el contrato, si al final nos animábamos.
...:: DÓNDE ESTÁN ::...
El día que fuimos nos costó bastante trabajo encontrar el sitio, y de hecho estuvimos a punto de darnos la vuelta porque como aquello está en mitad del campo y en su web las indicaciones que te daban eran para ir en transporte público, la parada del bus que te indicaban pillaba un poco lejos y no había manera de dar con ello. Íbamos en el coche pensando que cómo era posible que no fuéramos capaces de ver un terreno de 30.000 metros cuadrados... Menos mal que Juan es cabezota como él solo y al final, después de muchas vueltas, conseguimos encontrarlo.
Como el terreno está en una zona nueva de Alcorcón (concretamente en el Ensanche Sur), aquello está todavía lleno de bloques de pisos a medio construir, rotondas cortadas y calles valladas. Pero por fin dimos con ello y una vez que encontramos el cartel que indicaba "Huertos Ecológicos" (que por cierto, ya podían haberlo hecho un poco más grande), fue muy fácil llegar.
Allí estuvimos hablando con Mario, que es uno de los socios de la empresa, y nos dijo que todavía le quedaban algunas parcelas libres y se dio una vuelta por allí con nosotros para que viéramos la zona y cómo están organizadas las parcelas, y también nos explicó (no pudimos llegar andando hasta allí porque había llovido bastante y casi perdemos las botas en el intento) que hay una zona común, con mesas, sillas, una pequeña laguna y hasta un chiringuito. Además nos explicó que la caseta que hay en la entrada sirve para que los usuarios de los huertos puedan guardar sus herramientas y los materiales que utilicen para trabajar.
...:: CÓMO ALQUILAR TU HUERTO ::...
Después de tener claro lo de alquilar una parcelita, Mario nos explicó que las hay de 50 y de 100 metros cuadrados. Como lo nuestro iba a ser, sobre todo al principio, un poco el método del ensayo y el error, decidimos que con 50 metros íbamos que chutamos. Estuvimos viendo el mapa del terreno, que está organizado por sectores, y dentro de las parcelas que había libres elegimos la que nos pareció mejor. Tuvimos suerte, porque la nuestra está en una esquina y tiene algo más de 50 metros (en realidad casi 70), pero Mario nos dijo que nos la cobraba como si fuera de 50.
Una vez decididas a alquilar, tuvimos que firmar los papeles del contrato (como no hace falta que vaya a nombre más que de una persona, fue mi hermana quien lo hizo). En ellos, además de tus datos de contacto y los datos de la parcela que alquilas, te piden tu número de cuenta, que es donde te van a domiciliar los pagos. También te piden que les lleves una fotografía tuya, más que nada para tener controlado a todo el mundo y saber quién es quién; pero nosotras llevamos ya por allí varios meses y a mi hermana siempre se le olvida llevarla. De todas formas, aunque somos unos cuantos hortelanos, la verdad es que los dueños ya nos conocen a todos por nuestros nombres, se saben de memoria qué parcela tenemos cada uno, y conocen hasta los coches; ya sé que no queda muy ecológico ir al huerto en coche, pero es que el sitio está bastante apartado y además la mayoría de los días andamos transportando cosas y lo de ir andando o en bici como hacen algunos no puede ser...
...:: LOS HUERTOS ::...
La parcela''', que como os decía en nuestro caso es (oficialmente al menos) '''de 50 metros cuadrados, cuesta 40 euros al mes''', y el recibo te lo cobran entre el día 1 y el 5; si un día te cansas de tener el huerto y quieres dejarlo, con avisar el mes anterior es suficiente. '''En este precio está incluido el tractor''' que te pasan ellos cada vez que les digas que necesitas remover la tierra (la parcela es pequeña, pero remover 50 metros cuadrados a golpe de azadón puede ser mortal, sobre todo si no estás acostumbrado), '''y también el agua'''. Hay varias fuentes en algunos puntos del terreno, y cada una de las parcelas tiene su propia toma de agua. Eso sí, el sistema de riego te lo tienes que instalar tú; prácticamente todos lo tenemos por goteo, que es lo más cómodo y fácil de instalar. Además, '''si te vas de vacaciones no tienes que preocuparte de nada, porque ellos riegan los huertos dos veces al día, una por la mañana temprano y otra por la noche. Tienen programadores que ponen en marcha el riego a una hora diferente para cada uno de los sectores, así que sabes seguro que tu parcela va a estar regada dos veces al día.
Como su propio nombre indica, estos huertos son ecológicos. Es decir, que cada uno es libre de plantar lo que quiera (dentro de un orden, claro, porque supongo que no quedaría muy apropiado tener una plantación de marihuana, por ejemplo), con la única condición de que está terminantemente prohibido utilizar abonos y productos químicos: que tienes una plaga de pulgones, pues te buscas la vida y consigues mariquitas para que se los coman; que quieres remover pequeños trozos de tierra, pues coges las lombrices que te encontrarás por allí continuamente y las colocas en el trozo que quieres remover (no siempre te harán caso, pero al menos hay que intentarlo).
Como el alquiler es mensual y puede que un día no quieras seguir teniendo huerto, tampoco se pueden poner en las parcelas construcciones permanentes; por ejemplo puedes poner, si quieres, una casetilla desmontable que te sirva como invernadero, o una mesa con unas sillas y una sombrilla, o incluso un espantapájaros o cosas así. Pero no valdría construirse un invernadero que luego tuviera que quedarse allí porque por ejemplo lo hayas enterrado en el terreno poniéndole cimientos con bloques de hormigón.
Nosotras lo que tenemos es un par de sillas y una sombrilla, porque cuando hace calor allí pega el sol pero bien (claro, prácticamente todo son huertos y casi no hay árboles frutales, así que tenemos pocas sombras). También hemos puesto a la entrada un arcón de madera que nos fabricó mi padre, en el que solemos guardar los guantes, los tubos de riego, las semillas o lo que haga falta. Es más cómodo que la caseta de la entrada, y así lo tenemos todo más a mano.
Cada huerto está delimitado con sus vecinos mediante estacas de madera colocadas en las esquinas, y con cuerdas que separan unas de otras; lo hacen utilizando este sistema porque así, si un día necesitas que te pasen el tractor para remover la tierra, lo único que tienen que hacer es quitar las cuerdas y entrar en tu parcela con el tractorcillo. En uno de los laterales de la parcela te dejan un hueco que sirve digamos como puerta para entrar y salir. Y por dentro, cada uno se organiza su huerto como quiere: unos tienen los surcos de norte a sur, otros de este a oeste, otros directamente no hacen surcos y plantan sobre el terreno llano... Esto va en gustos, y siempre es interesante fijarse en los huertos de los demás, porque hemos visto que hay bastante gente mayor que se nota que ha tenido huerto de toda la vida y no tienes más que observarlos un rato para darte cuenta de que saben perfectamente lo que se hacen.
...:: LAS ZONAS COMUNES ::...
Como os comentaba antes, una de las zonas comunes es el área de recreo''' o como queráis llamarla, donde está el chiringuito. También hay varios columpios, que suelen venir bastante bien porque hay gente que se lleva a toda la familia al huerto y los niños se entretienen mucho allí. También hay varias '''fuentes a lo largo de todo el terreno, por si aún no le toca el riego a tu sector y necesitas agua para cualquier otra cosa.
A la entrada de la finca hay un espacio más o menos grande para dejar los coches'''; se nota que la mayoría trabajamos y sólo podemos ir al huerto los fines de semana, porque hay veces que si no llegas más o menos temprano no queda ni un hueco. Junto a este espacio está la '''caseta de información''', donde suelen estar Mario y los demás socios (aunque normalmente se turnan para librar, ya que abren todos los días). Además, en la misma caseta hay un par de '''aseos'''. Al otro lado está el '''barracón en el que podemos guardar nuestras herramientas, y en el que tienen el tractor cuando no lo están utilizando.
También hay varios pilones''', por si necesitas darles un lavado a las botas de agua cuando has terminado de trabajar en el huerto, o por si tienes que llenar algún cubo, regadera o lo que haga falta. Y hay varios '''contenedores''', tanto de envases como de residuos orgánicos, además de varias '''compostadoras.
...:: CONCLUSIÓN ::...
Si esto de la horticultura no te llama la atención, posiblemente no te sientas atraído por lo de cultivar tus propias lechugas, por muy naturales que sean y muy libres de guarradas químicas que estén. Sin embargo, si te hace ilusión tener tu terrenito en el que poder plantar cosas, la verdad es que te lo pasarás genial. Los comienzos son un poco duros porque llegas allí y si lo que has plantado son semillas en lugar de matas un poco crecidas, no ves más que un trozo de tierra lleno de surcos y nada más; así que al principio te sueles dedicar a instalar el riego, allanar el terreno si hace falta, hacer surcos para luego plantar lo que quieras... Cuando nos acompaña mi madre, solemos tener sesiones de picnic, porque llega allí cargada con la mochila y resulta que empieza a sacar cosas: botellas de agua, un termo con café, unas magdalenas... No todo va a ser currar.
Después de varios meses yendo por allí, acabas conociendo más o menos a tus vecinos hortelanos, y la verdad es que hay bastante buen ambientillo: hay matrimonios mayores, parejas jovencitas, familias con niños, abuelos enseñando a sus nietos el mundo de la horticultura... Tenemos hasta unos vecinos que cada vez que llegan allí se fuman cada uno un puro que ni Sara Montiel; no me pega mucho eso en un huerto ecológico, pero lo cierto es que allí estamos al aire libre y no está prohibido fumar. Lo que sí está prohibido es tirar las colillas al suelo, lógicamente.
Lo dicho. Aunque no tengas ni idea de horticultura, como es nuestro caso, lo del huerto es de lo más divertido. Eso sí, acabas hecho polvo pero en lugar de por el estrés del trabajo, como suele ser lo habitual, por haber estado ahí doblando el espinazo. Si tienes cualquier duda o necesitas preguntar cualquier cosa, tanto Mario como Manuel (el otro socio) estarán encantados de asesorarte en lo que haga falta. Y si no, pues como hacemos nosotras: ensayo y error. Además, merece la pena después de un tiempo empezar a ver cómo ha crecido todo y poder llevarte a casa lechugas, tomates, fresas, que sabes que son totalmente naturales y no tienen ni un solo producto químico. Vamos, que todo son ventajas: comes productos ecológicos de verdad, te quitas el estrés y haces ejercicio. ¿Qué más se puede pedir?"
1 comentario:
¡¡vaya sorpresa encontrar nuestra propia opinión transcrita en el blog de huertos ecológicos!!
Para el que esté interesado, este opinión se encuentra alojada en la página www.ciao.es
Publicar un comentario