jueves, 31 de marzo de 2011

Consumo responsable


Aprendamos a cambiar los hábitos de cada día. 

Hay pequeños cambios que podemos incorporar para comprar de forma más respetuosa con el medio. Quizás pensemos que estos pequeños gestos aportarán poca mejora global, pero tienen más repercusión de lo que nos puede parecer, porque somos muchos los que los hacemos, y muy a menudo.

Una práctica que podemos aplicar en cualquier caso es manifestar a los comerciantes que queremos comprar artículos de bajo impacto ambiental, solicitar de qué están hechos los artículos y qué calidad tienen. Muchas veces no nos ofrecerán opciones o respuestas plausibles: expliquémosles que no estamos satisfechos y porqué. Tenemos el derecho de comprar sin estropear nuestro entorno, para conseguirlo tenemos que reclamar.

A veces, cuando tenemos prisa o pereza decimos que “un día es un día”; intentemos reducir el número de veces que esto pasa.


Si…
  • Utilizo productos de usar y tirar, como pilas no recargables, cámaras de fotos, barbacoas de aluminio o servilletas y manteles de un solo uso, artículos sin recambio, guantes de látex, bolsas para hacer cubitos de hielo, toallitas para limpiar (muebles, microhondas, cuero, vidrio, culitos de niños, etc.).
  • Compro productos que no se podrán reparar o no tienen piezas de repuesto.
  • Tiro un objeto sin intentar arreglarlo.
  • Escojo productos de poca calidad que tienen una vida corta, como generalmente los adquiridos en tiendas no profesionales y en “Todo a 100”: herramientas, utensilios de cocina y jardinería, cuchillos, juguetes, pelotas de plástico...
  • Compro cosas que puedo hacer yo mismo: muchos juegos de mesa (barcos, palabras que empiecen por una inicial, tres en raya, etc.), comida preparada, refrescos...
  • Compro sin saber exactamente para qué quiero lo que estoy comprando.
  • Como en establecimientos de comida rápida, donde el servicio suele ser de usar y tirar.
  • Acepto catálogos, propaganda, papeles que no necesito, “objetos-regalo” como pins, puntos de libro...
  • Me llevo el “regalo-promoción” que viene adosado a lo que yo quiero comprar, sin que vaya a necesitarlo (por ejemplo un perfume con el jabón, unas toallitas con las compresas…).
...pasa que...
  • Consumo más de lo necesario para satisfacer las mismas necesidades o deseos.
Esto es problemático porque...
  • Puedo estar ayudando a que los recursos naturales se exploten a un ritmo mayor que el de regeneración.
  • Contribuyo a generar residuos evitables.
  • Participo en un modelo económico fundamentado en una espiral creciente de producción y consumo. Este modelo es insostenible ecológicamente y nos hace vivir cada vez más estresados.
  • A corto o largo plazo el gasto económico es mayor, por lo tanto necesito más ingresos y por lo tanto dispongo de menos tiempo para mí.
Cómo puedo reducir mi contribución a esta problemática
  • Escoger materiales perdurables y valientes en lugar de frágiles en los objetos y todos sus componentes: cubiertos de madera de boj, bombillas de bajo consumo... Examinar las juntas y los acabados.
  • Preguntarnos si hay recambios y por cuanto tiempo, y si el periodo de garantía es razonable.
  • Escoger productos con recambios: agendas, bolígrafos, cepillos de dientes con cabezal sustituible, maquinillas de afeitar...
  • Priorizar la compra a profesionales, que generalmente ofrecen mejor calidad, dan servicio post-venta, nos pueden aconsejar cuál es la mejor opción para nuestras necesidades y cómo podemos alargar la vida del producto.
  • Utilizar el vaso propio en máquinas de café y fuentes de agua.
  • Cuidar los objetos para que no se estropeen en poco tiempo: impedir que se oxiden, que les toque mucho el sol, no rascarlos demasiado con estropajos. Los enseres para pintar y las pinturas se pueden reutilizar si se conservan correctamente.
  • Podemos arreglar muchos objetos nosotros mismos o llevarlos a profesionales que se dedican a reparar cosas: cuchillos, cremalleras, zapatos, teléfonos, relojes, juguetes, ropa, calcetines...
  • Alquilar o pedir prestados los objetos que utilizaré pocas veces o durante un tiempo corto: la vajilla para una fiesta, un vestido de noche, un coche, herramientas que uso ocasionalmente, libros, guías turísticas, sacos de dormir y tiendas...
  • Buscar el producto en canales de segunda mano o de intercambio.
Si...
  • Me llevo la compra en las bolsas que me dan en la tienda.
  • Pongo la fruta y verdura cada una en una bolsa diferente.
  • Compro artículos que vienen en envoltorios individuales: bocadillos, muchos productos alimenticios, artículos de papelería y ferretería con blisters (envoltorios de plástico y cartulina): lápices, cintas adhesivas, tornillos, etc.
  • Me llevo la comida para llevar en el contenedor que me dan.
...pasa que...
  • Incremento innecesariamente la cantidad de envases y embalajes que utilizo.
Esto es problemático porque...*
  • Contribuyo a generar residuos evitables. La gestión de los residuos es compleja y cara.
  • Actualmente se recuperan menos de los que se podrían recuperar. El vertido y la incineración son perjudiciales para el medio y para nuestra salud.
  • Si los envases son de algún plástico, participo en la dependencia del petróleo y utilizo un material no biodegradable y en muchos casos no reciclable. Si son de aluminio virgen (todo el destinado a alimentación lo es), utilizo un material con un coste de extracción, social y medioambiental, muy elevado.
Cómo puedo reducir mi contribución a esta problemática
  • Ir a comprar con carretilla, capazo... Por costumbre, llevar en el bolso una o más bolsas plegadas, preferiblemente de ropa o material reciclable (como el Mater-Bi).
  • En un autoservicio de verdura y fruta podemos enganchar todas las etiquetas de precios en una sola bolsa y meter todos los productos.
  • Si compro un artículo pequeño me lo puedo poner directamente en el bolso o llevarlo en la mano, sin bolsa de plástico ni papel de envolver.
  • Escoger productos en envases retornables, como algunas cervezas, cava, agua mineral en garrafa de vidrio o agua con gas.
  • Escoger envases lo más grandes posible: yogur, bebidas...
  • Comprar a granel: fruta, verdura, embutidos, olivas, legumbres cocidas y crudas, frutos secos, galletas, pastelitos, vino, bombones y dulces, cereales, material de papelería y ferretería.
  • Llevarme recipientes de casa al ir a comprar a granel o a buscar comida para llevar: fiambreras, hueveras, botellas para el vino…
  • El hecho de que en un envase se indique que es reciclable o biodegradable no quiere decir que se acabe reciclando o que se biodegradie en un tiempo razonablemente corto. No por ver la inscripción tendríamos que dejar de estudiar si no hay alternativas mejores; la mejor es prescindir del envase siempre que podamos.
Si...
  • Compro productos que vienen de lejos.
  • Utilizo el coche para ir a comprar.
...pasa que...
  • Incremento innecesariamente la demanda de transporte.
Esto es problemático porque...*
  • Favorezco la construcción de más infraestructuras: carreteras, rotondas, bucles, puentes, puertos, aeropuertos... que estropean el paisaje y nos quitan espacio natural.
  • Los vehículos hacen ruido, contaminan y aumentan la agresividad.
  • No me deshago de la dependencia del petróleo.
Cómo puedo reducir mi contribución a esta problemática
  • Preguntar al comerciante por la procedencia de los productos y escoger los que vengan de más cerca.
  • Si compro cerca de casa o del trabajo seguramente podré ir a pie.
  • Si me tengo que desplazar lo puedo hacer en transporte público o en bici.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Compost


El compost es un proceso biológico controlado que asegura la fermentación y descomposición en presencia de aire de residuos orgánicos, obteniendo un producto final más o menos estable, higiénico, de aspecto parecido a la tierra y rico en compuestos húmedos y nutrientes minerales. 

Podríamos definir al compost como un producto intermedio entre la materia orgánica fresca y el humus.  Son las bacterias y los hongos los que llevan a cabo la fermentación, aunque también intervienen notablemente los insectos, las lombrices...


Material a utilizar:

Ricos en carbono: estiércol, paja, serrín, ramas, restos de papel y cartón.
Ricos en nitrógeno: plumas de aves, harinas de pescados, restos de leguminosas.


CONSEJOS PARA OBTENER UN BUEN COMPOST:

  • Conviene situar el compost a la sombra.
  • Es preferible cubrirlo con tierra o paja.
  • Es conveniente mezclar tierra arcillosa en un 5%
  • Se le pueden añadir rocas silícicas, dolomitas
  • Vigilar que respire, aireándolo cada semana dos o tres veces.
  • La humedad debe de ser entre el 40 y el 60%
  • Proteger del sol
  • El compost tiene que estar en contacto con la tierra.
  • El compost joven se realiza entre dos semanas y tres meses. En ese momento es fácil observar la presencia abundante de lombrices., aunque la descomposición es incompleta.
  • El compost maduro tarda de tres meses a un año. La presencia de lombrices es escasa. Su estructura es granular.
  • Vigilar la procedencia de estiércol de granjas industriales pues llevan antibióticos que impiden la fermentación.
  • Si añadimos ortigas en el compost además de aportar minerales, evitaremos los malos olores
EL COMPOST

La palabra compost es un término de origen anglosajón. Trata ni más ni menos, que de la descomposición de materia orgánica en un equilibrio adecuado. Para ello será preciso tener en cuenta dos puntos fundamentales:

1. La cantidad de nitrógeno y celulosa (carbono) que contiene la materia orgánica.

2. La humedad de la materia orgánica y del montón en su conjunto. Un compost con exceso de humedad que retenga el agua, o bien un exceso de materia orgánica con mucha humedad, como puede ser el césped recién cortado, o restos de cosechas que no se han dejado marchitar con anterioridad, terminarán pudriéndose, y en consecuencia, dando lugar a fermentaciones anaerobias que resultarán negativas para las raíces de las plantas que pretendamos tratar con este compost. Igualmente perjudicial resultará la falta de humedad del compost, o un exceso de materiales secos tales como hojas secas, paja..., puesto que impedirá la adecuada proliferación de bacterias y microorganismos de vital importancia para la fermentación y descomposición del montón.

Para la elaboración del compost podemos emplear:

  • Ramas de las podas
  • Flores y hierbas
  • Ceniza
  • Diarios y cartones, hilos y trapos
  • Plumas, pelo, lana...
  • Paja
  • Restos orgánicos de la casa
  • Césped
  • Restos de cosechas
  • Estiércoles de todo tipo
Las hojas verdes resultan ricas en nitrógeno, mientras que la paja y los vegetales leñosos son ricos en carbono. También podemos añadir polvo de rocas, para corregir posibles carencias de la tierra: fosfatos naturales, sulfato de hierro... Las cenizas resultan ricas en potasio, y el estiércol fresco proporciona el nitrógeno necesario para la vida bacteriana, además de aportar bacterias que permiten acelerar la fermentación. 

Según su grado de descomposición, podemos hablar de tres tipos de compost:

  1. Poco descompuesto o fresco. Es aquél que ha sufrido una fermentación de pocas semanas. Se utiliza fundamentalmente para el abonado de fondo.
  2. Descompuesto. Con una fermentación entre dos y cuatro meses. Al ser de rápida absorción, puede aplicarse en la fase productiva del cultivo.
  3. Muy descompuesto o maduro, también conocido como mantillo. La descomposición ha durado de uno a dos años. Tiene varias utilidades, como la de cubrir sembrados, preparación de semilleros y abono de parcelas donde vayan a plantarse zanahorias, judías u otras plantas sensibles a la materia orgánica fresca.
En huertos de pequeñas dimensiones y cultivos intensivos de hortalizas muy variadas, es recomendable utilizar compost en diferentes fases de descomposición.


Existen dos formas de realizar el compostaje:

1. En montón. Tiene la ventaja de que permite ir controlando todas las fases, con lo cual podremos obtener un compost con las características más acordes al uso que pretendamos darle. En cultivos biodinámicos, permite conseguir una estimulación energética que mejora el resultado final, gracias a la inoculación en el montón, de preparados hechos a bases de plantas medicinales. 

2. En superficie. La materia orgánica se esparce directamente en el mismo lugar donde crecen las plantas, con la ventaja de que supone mucho menos trabajo y además, al cubrir el suelo, lo protegemos de la radiación solar. Debido a la lenta y progresiva descomposición en este método, resulta muy apropiado para plantaciones de árboles frutales y cultivos plurianuales. También resulta apropiado para el cultivo de cereales y en los bancales de hortalizas, en los cuales se puede realizar una cobertura permanente con paja, restos orgánicos, hojas, estiércol y cualquier otra materia orgánica. 


3. En lo que se refiere a la ubicación del montón de compost, deberemos tener en cuenta algunos puntos:

  • Conviene que sea un lugar sombreado y a resguardo de los vientos dominantes.
  • Que haya cerca una toma de agua para cuando sea preciso humedecerlo.
  • Que no esté muy lejos del lugar donde vamos a usarlo.
  • Que dispongamos de espacio suficiente para el volteado, cargado de carretillas...
  • Que esté a una distancia prudencial de la casa, puesto que aunque un compost correctamente elaborado no tiene porque oler mal en ninguna de sus fases, conviene no correr riesgos.
El paso de la materia fresca a compost se conoce con el nombre de fermentación o maduración que, en cualquier caso, habrá de producirse siempre en presencia de oxígeno, es decir, de forma aerobia. Es importante también, una correcta proporción carbono/nitrógeno, siendo lo más adecuado que exista unas 25 o 30 veces más carbono (celulosa) que nitrógeno. 

Otro punto importante es la homogeneidad de los componentes, y su correcta aireación, manteniendo siempre una humedad regular. La temperatura del montón no debe superar los 70º, y en caso de hacerlo, será preciso regarlo de forma abundante para frenar la fermentación. La falta de humedad también es causa de que la fermentación no se lleve a cabo. 

El tiempo de fermentación puede variar entre unas semanas y varios meses, dependiendo del método que hayamos utilizado, la relación carbono/nitrógeno y el grado de madurez necesario para su uso.

martes, 29 de marzo de 2011

Ahorro de agua en agricultura ecológica.


El acolchado o mulching es una práctica agrícola que consiste en cubrir el suelo con un material orgánico, destinado a proteger el suelo y, eventualmente, a fertilizarlo. Se realiza fundamentalmente en horticultura y fruticultura.

El ahorro de agua en la agricultura ecológica
La agricultura ecológica se plantea el mejor aprovechamiento y el no despilfarro del agua, bien común y escaso en nuestra zona. También, la agricultura ecológica tiene en cuenta que el agua no debe estar contaminada con pesticidas y fitosanitarios, ya que estos productos contaminan todos los acuíferos. Para poder conseguir este buen aprovechamiento existen varias técnicas entre la que destacamos el acolchado del suelo.
El acolchado con material orgánico:
El acolchado o mulching es una práctica agrícola que consiste en cubrir el suelo con un material orgánico, destinado a proteger el suelo y, eventualmente, a fertilizarlo. Se realiza fundamentalmente en horticultura y fruticultura.
Esta práctica produce grandes beneficios en el suelo que se pueden estudiar desde el punto de vista físico, químico y biológico.
a) efectos químicos: estos se deben a la transformación del material orgánico aportado y son:
               aumento de la capacidad de intercambio cationico y del contenido en humus.
               Aporte de elementos fertilizantes, que depende del material utilizado.
b) efectos físicos: se producen por la actuación del acochaldo como cubierta protectora.
               controla la humedad del suelo, limitando la tasa de evaporación, cuestión trascendental en zonas áridas y en aquellas con problemas de abastecimiento de agua.
               Protege al suelo de los riesgos del clima, tanto en lo referente a los cambios bruscos de temperatura y fuertes insolaciones, como reduciendo las perdidas por erosión ocasionadas por el viento y las lluvias torrenciales.
               Limita el desarrollo de hierbas adventicias (“ malas hierbas”) durante los primeros estadios de crecimiento del cultivo, que generalmente mueren asfixiadas bajo la cubierta. En el caso de que algunas lleguen a desarrollarse, podrán arrancarse sin dificultad manualmente.
               Mejora la estructura del suelo al favorecen la actividad microbiana, la actividad de las lombrices, etc.
c) efectos biológicos: se desarrollan como consecuencia de las mejora de las condiciones físicas del suelo, el aumento de la cantidad de nutrientes disponibles.
Así, pues se produce un incremento de la actividad biológica al elevarse la población microbiana y la fauna del suelo, estando esta actividad regulada por la relación carbono/nitrógeno de los materiales orgánicos.
Existen numerosos materiales empleados en la práctica del acolchado orgánico como por ejemplo la paja, los helechos, el heno, las matas y hojas de hortalizas, la hierba joven, el compost, los abonos verdes, etc.
La paja es uno de los materiales de descomposición lenta idóneo para tierras pesadas con tendencia a la asfixia y a la compactación, ya que permite la aireación y absorbe parte importante del agua de lluvia. La paja se caracteriza por contener poco nitrógeno, por lo que debe realizarse el empajado junto con cierto aporte de estiércol.
Los helechos tienen propiedades semejantes a la paja, aunque se descompone algo mas rápido.
El heno se comporta de forma análoga a los dos anteriores, pero tiene mas componentes nutritivos que la paja, su inconveniente es que suele trasportar semillas de “malas hierbas”.
Las hierbas son material acuoso y de descomposición rápida, y por lo tanto con propiedades opuestas a la paja. Su empleo esta indicado en climas húmedos, ya que en climas secos no protegen suficientemente el suelo, y deben renovarse a menudo.
Las matas y hojas de hortalizas poseen cualidades intermedias entre la paja y la hoja joven.
Los abonos verdes también constituyen un excelente material se si siega cuando han alcanzado una cierta longitud.
El compost reúne parte de las ventajas de la paja y la hierba y se suele utilizar par casi todo tipo de hortalizas al igual que el resto de los materiales de descomposición rápida.
La elección de los materiales dependerá de si queremos una descomposición rápida, lenta o mas intermedia.
A la hora de preparar los materiales se puede llevar a cabo la trituración de los mismo si se desea para acelerar su descomposición, lo que la vez facilitara la colocación sobre el suelo. Pero si la función del acolchado es protectora del suelo podría ser perjudicial la trituración.
El espesor de la capa depende de si se pone material seco o acuosos. Si se pone material seco (paja) la capa será mas gruesa y luego se mojara un poco permitiendo siempre la aireación. Si el material es acuoso (hojas verdes) deben empleares capas finas para evitar la proliferación de organismos patógenos.
La época mejor para realizar el acolchado es la primavera, siempre que la tierra este ya caliente.
Entre las principales preocupaciones a tomar podríamos considerar las siguientes:
               Cerciorarse de que el material esta libre de semillas no deseadas, caracoles, etc.
               Procurar realizar el acolchado sobre el suelo limpio, es decir, que no aparezcan hierbas adventicias, plantas asentadas, etc.
               Mullir la tierra justo antes de aportar el material, sirviendo de escarda y eliminando así cualquier rastro de vegetación no deseada

lunes, 28 de marzo de 2011

Descansando y disfrutando


Nos alegra especialmente ver como nuestros asociados disfrutan de su huerta y de unos momentos de descanso y relajación.
Esperemos que compartan con todos nosotros esas jornadas tan agradables.
Cuidado con el colesterol, azúcar, ácido úrico etc.
Gracias a Manuel, Abel, Juan y Humberto.

domingo, 27 de marzo de 2011

Tratamientos ecológicos caseros contra las plagas





A continuación os detallamos algunos de los remedios naturales que os pueden ser útiles para combatir plagas y ayudar notablemente a vuestro huerto, vuestros productos de horticultura o vuestros propios árboles frutales. Las grandes empresas de fabricación de productos ecológicos nunca os lo recomendarían
Podemos encontrar en las plantas medicinales muchas soluciones a plagas y otro tipo de problemas que afectan a nuestro huerto, ya sea a las plantas, la horticultura o a los árboles. Debemos tomar conciencia de los recursos naturales que nos ofrece la propia naturaleza para solucionar este tipo de problemas y no echar mano de pesticidas y fungicidas que a la larga tan solo producen daños irreparables en el ecosistema.

Estimulante de la vegetación con cualidades  curativas.
Usaremos la (ortiga urens o la ortiga dioica) las cuales gozan de una composición rica en nitrógeno y sales minerales. Estas plantas deben recogerse en el momento de la floración y secarse a la sombra aunque también pueden utilizarse frescas. 

               Ingredientes 2 kilos de ortiga fresca, 400 gramos de ortiga seca y 20 litros de agua. 
               Preparación se ponen a macerar las plantas en el agua durante 5 días removiendo cada día de vez en cuando. Se cuela y el preparado se diluye en doble cantidad de agua. 
               Aplicación: para estimular el crecimiento de las plantas, para prevenir el mildiu, al principio de la brotación contra la clorosis de los frutales, contra la araña roja, etc...

Cola de caballo para reforzar las plantas y contra el mildiu.
               Ingredientes: 1 kilo de cola de caballo por cada 10 litros de agua. 
               Preparación: macerar la cola de caballo el los 10 litros de agua durante 24 horas. Posteriormente hervir esta misma solución con las plantas durante 20 minutos a fuego lento. Colar. 
               Aplicación diluirlo en la proporción de una parte de este preparado por 4 de agua. Pulverizar las hojas y tallos de la planta para proteger del mildium y también para reforzar las plantas. 

Ajo y cebolla contra los hongos (cendrada). 
               Ingredientes: utilizaremos el ajo y la cebolla aunque personalmente prefiero el ajo y cebolla marina (urginea marítima) planta que antiguamente se sembraba alrededor de las higueras para protegerla de la hormigas, de las ratas y de la podredumbre de las raíces. 
               Preparación: mezclaremos 1/2 kg. de ajos y cebollas por cada 10 litros de agua. Es preferible machacar los ajos y las cebollas antes de proceder a la maceración. Dejaremos que macere durante 24 horas y después lo colaremos para posteriormente diluirlo en una proporción de un litro de preparado por 7 de agua. Este preparado también es útil contra la mosca de la zanahoria.

Manzanilla para reforzar y estimular sus resistencia a las plagas y enfermedades. 
               Ingredientes: 50 gramos de manzanilla y 10 litros de agua. 
               Preparación: hacer una infusión y dejarla reposar 15 m. 
               Colar y aplicar sin diluir sobre las plantas. 

Repelente de hormigas, piojos y polillas. 
               Ingredientes: 300 g. de tanaceto ( tanacetum vulgare) y 10 litros de agua. 
               Preparación. hacer una infusión con los elementos mencionados y dejar que repose durante 10 m. Colar. 
               Aplicar sobre las plantas. 

Preparación para reforzar las plantas. 
               Ingredientes: 400 g. de ortiga seca, 3 kilos de estiércol de oveja, 1/2 kg. de cola de caballo, de 2 a 4 kg. de ceniza.
               Preparación: todos estos ingredientes se mezclan. Se hierven 100 litros de agua y cuando está hervida el agua se echan los ingredientes y se deja reposar 20 minutos mínimo. 

Para hacer huir a los caracoles del huerto. Esparcir cada cierto tiempo según llueva o no, cenizas de la chimenea o de la quema de maderas. 
Para hacer huir a las hormigas: Sembrar menta alrededor y cebolla marina (urginea marítima)
 Para proteger a los frutales y hortalizas de plagas: Sembrar ajos y cebollas alrededor.
Contra el pulgón de las huertas: Rociar las plantas con agua macerada 12 horas en tabaco puro. 


A la hora de buscar remedios naturales contra las plagas muchas personas piden productos desconociendo que lo más importante es la biodiversidad, es decir el cultivo de diversas especies mezcladas en la propia huerta o al pie de los frutales. Nuestra experiencia nos  ha demostrado la eficacia de ellos y ahí van algunos ejemplos esperando que os sirvan en vuestra lucha con métodos naturales:
               Contra las hormigas hay que sembrar capuchinas y menta poleo 
               Contra la mosca de la zanahoria sembrad el romero 
               Si existen insectos dañinos sembrad cerca albahaca, salvia y manzanilla 
               A las babosas las alejará la ceniza seca y el tomillo 
               El eneldo y el hinojo atrae los áfidos, los cuales representan una de las plagas más importantes de las hierbas. Las mariquitas son importantes en esta labor 
               A las moscas les es desagradable la menta 
               La roña que aparece sobre todo en manzanos, la combatiremos con la siembra de cebollinos alrededor de estos frutales 

viernes, 25 de marzo de 2011

Consumo Ecológico


Cada vez más gente se vuelve consciente de la necesidad de cuidar el medio ambiente. Muchas de éstas personas despotrican contra las organizaciones y corporaciones internacionales, desligándose de la responsabilidad sobre el impacto de las actividades individuales sobre nuestro planeta. Si bien las industrias son partícipes en un mayor grado, no debemos olvidar que son comandadas por personas, y que de el comportamiento individual surge la tendencia social. Por lo tanto la fuerza del cambio está en cada uno de los individuos que componen la sociedad, desde las decisiones domésticas se inicia la batalla para reducir el impacto de las acciones en los ecosistemas. Sin ir más lejos, el concepto de las 3 R de la ecología debe ser comprendido y aplicado para la satisfacción de cada necesidad de "consumo", para evitar impactos innecesarios en el ambiente. Muchos hablan de la importancia del reciclaje o de los productos reciclados, pero el concepto de consumo ecológico de las 3 R abarca mucho más que eso, y los pasos previos son igual o más importantes que el reciclaje, que debe tomarse como última medida.
Reducir. El primer paso es la selección cuidadosa y efectiva de los artículos a consumir, buscando minimizar la cantidad de residuos que esto generará, esto se logra por ejemplo, priorizando productos con mayor contenido neto, evitando los desechos de sobrante de empaquetado, buscando productos envasados con materiales sustentables o reciclados, utilizando menos bolsas plásticas para transportar los artículos comprados, evitando la compra de artículos de caducidad rápida o descartables, favoreciendo aquellos que sean de utilidad durante un mayor tiempo, comprando productos locales y de estación, realizando compras en la zona para evitar el uso de combustible, reduciendo el uso de vehículos que emitan CO2 optando por alternativas más saludables o compartiendo vehículos, privados o públicos.
Reutilizar. Muchos confunden este paso con el reciclaje, conocer la diferencia es importante y muchas veces puede generar un mejor aprovechamiento de los productos que se adquieren. La reutilización se basa en volver a usar o darle un uso diferente a aquellos productos que lo permitan, evitando así su pronto desecho o su desecho en sí. Por ejemplo, una lámpara hecha de discos compactos o un adorno hecho con botellas de plástico, son acciones generalmente etiquetadas como reciclaje, pero son claros ejemplos de reutilización de materiales para un propósito diferente para el cuál fueron producidos. Esto puede potenciarse desde el primer paso, eligiendo productos o artículos con múltiples aplicaciones y posibilidad de reutilizarse muchas veces antes de su desecho, comenzando desde ya por evitar las bolsas plásticas en la compra, optando por bolsas reutilizables de tela u otro material resistente; utilizando baterías o pilas recargables; y evitando todo artículos descartable que tenga un sustituto reutilizable.
Reciclar. Para evitar la utilización de insumos vírgenes en la producción se busca reintroducir al ciclo productivo artículos que hayan finalizado su vida útil, este proceso industrial y complejo tiene la ventaja de reducir la energía necesaria para procesar el material además de evitar el consumo indiscriminado e innecesario recursos naturales. Para la efectividad de este paso es fundamental la separación de residuos en origen, principalmente preseleccionando aquellos materiales aptos para ser reciclados y separarlos de aquellos que no pueden serlo, destinando los desechos orgánicos para la realización de compost o abono orgánico; mucho mejor aún si se puede colocar por separado vidrios, cartones y papeles, metales, pilas, etc. Esta acción es fundamental y necesaria para mejorar los costos y la eficacia del reciclaje.
Como vemos, hay muchas maneras de ser respetuoso con el ambiente, minimizando el impacto de nuestras acciones y generando alternativas que puedan satisfacer nuestras necesidades sin afectar más de lo necesario la naturaleza que nos rodea.

jueves, 24 de marzo de 2011

Aceite de Neem. Insecticida Ecológico.




El nombre científico del Neem, o también conocido como Margosa, es Azadirachta índica, un árbol originario de la India y Birmania que solo vive en regiones tropicales y subtropicales. El Neem contiene varios componentes, siendo de especial interés los terpenoides, compuestos por carbono, hidrógeno y oxígeno, que lo hacen más solubles en agua. El más activo de todos los terpenoides es la Azadiractina, seguido de Maliantriol, Salamina, Nimbina y Nimbidina.

La Azadiractina aparece como una materia activa de origen natural muy eficaz como fortificante, preventivo e insecticida ecológico. Ésta actúa en los insectos bloqueando la producción de ecdisona; de esta forma altera su delicado equilibrio hormonal con los siguientes efectos: efecto antialimentario, inhibidor de crecimiento, disminuye la fecundidad y la oviposición, disminuye los niveles de proteínas y aminoácidos en la hemolinfa e interfiere en la síntesis de quitina, entre otros. En resumen, los insectos que se alimentan de plantas a las que se les ha tratado con Aceite de Neem dejan de comer y de poner huevos, por lo que en pocos días desaparece la plaga.

 Las partículas nano-emulsionadas son veinte veces más pequeñas que las normales (macro y micro emulsionadas). Por ello, las dosis del tratamiento pueden reducirse considerablemente ya que la planta absorbe una elevada cantidad de producto. Además, su eficiencia también es mayor, ya que las partículas son más fáciles y rápidas de absorber por las hojas, y por eso el tratamiento será igualmente efectivo aunque llueva después de una aplicación. De esta manera, con Aceite de Neem concentrado se reduce por un lado, el coste del tratamiento ya que requiere la mitad de producto, y por otro lado, el tiempo usado en la aplicación.

Indicaciones

- Plagas de insectos chupadores, masticadores y picadores, como tuta absoluta, orugas, pulgones, araña, ceratitis, ácaros...

- Es apto para todo tipo de cultivos: frutales, cítricos, hortícolas, en invernadero o al aire libre; en agricultura ecológica o convencional.

- Aplicación foliar. Diluir el producto en agua en la proporción de 1,5 ml. por litro de agua. y rociar la mezcla por igual sobre las hojas.

Beneficios

- Tiene gran seguridad para los humanos y animales, pues no es tóxico para mamíferos.

- La presencia de citronela ayuda a proteger la planta del ataque de las plagas ejerciendo una acción repelente.

- Respeta la fauna útil (abejas, mariquitas, mariposas...) y a los depredadores de insectos.

- No genera resistencia, impidiendo que los insectos se hagan inmunes al tratamiento.

- No produce residuos en los frutos ni en las plantas.

- Gran eficacia de absorción (por eso el tratamiento es efectivo incluso aunque llueva).

- Dosis de aplicación muy bajas: ahorro de costes y tiempo de aplicación.

- Es biodegradable y respetuoso con el medio ambiente.

- Su uso está permitido en agricultura ecológica